El viernes pasado despedimos a los mayores del colegio. Nuestro cuarto de ESO de este año cumplen ya trece años con nosotros y, aunque creemos muy necesario, que se enfrenten a nuevos retos, nos da una tremenda pena perder a un curso entusiasta, amable, respetuoso y, francamente, completo.

Los discursos hicieron reír y llorar a los asistentes. El trabajo de los niños encima del escenario fue impecable: tierno, nostálgico por un lado; divertido y fresco por otro.

Nunca habíamos visto un alumnado tan conmovido durante las palabras que les dedicó a cada uno su tutora. Ni un discurso de padre que dejase boquiabiertos a los asistentes por su desparpajo y por su repaso al personal del centro.

Nuestra directora abrió y cerró un acto que creemos que ha sido muy especial, cuidado y tierno. Somos vuestra casa, desde el principio y para siempre.