La mañana del 31 de octubre siempre es especial en el colegio. Los pequeños llegaban convertidos en seres terroríficos mientras que los mayores, por su parte, disfrutaban de su ansiado día en ropa de calle.
El olor de las castañas llenó el pabellón que en esta ocasión se convirtió en el centro de la celebración. Allí se celebró los desfiles de disfraces y el concurso de calabazas de Primaria y el, ya tradicional, concurso de brilé de Secundaria. ¡Incluso hubo tiempo para bailar juntos hasta A Oliveira dos cen anos!
Además, los alumnos de 4º de ESO nos trajeron un riquísimo desayuno con el que recaudaron fondos para su viaje de fin de curso. ¡Una mañana excelente!
Teneís un montón de imágenes en las Galerías.